La historia oscura detrás de Julio Argentino Roca resuena en el presente
La figura de Julio Argentino Roca es objeto de debate y reflexión en la obra El grito y el silencio, escrita por Seba Palomino y dirigida por Fabi Maneiro. Este espectáculo, que se estrena mañana en Andamio 90, aborda una historia real que pone en primer plano la vida de dos mujeres, madre e hija, unidas por un lazo indestructible en medio de un contexto de violencia y abuso.
El teatro es el encuentro en un mundo donde la virtualidad nos aleja cada vez más. Es nuestra forma de mantener viva la memoria argentina. Cuando hacemos teatro, el ritual comienza, expresa Maneiro. A través de las actuaciones de Gabriela Villalonga y Luciana Procaccini, la obra revela la compleja historia de Ignacia Robles, quien fue cautiva de Roca y quedó embarazada a los 14 años, y de su hija Carmen, que nunca fue reconocida por su padre. Ambas luchan por liberarse y enfrentar a Roca, cada una desde su tiempo y perspectiva.
La vigencia de Roca en la actualidad
La obra también invita a reflexionar sobre la figura de Roca, descrita como un personaje controvertido en la historia argentina. Maneiro señala que la violencia y destrucción que Roca provocó durante la Campaña del Desierto son aspectos que no deben ser olvidados: Alguien que es capaz de liderar este tipo de acciones sangrientas es capaz de cualquier cosa. Esta figura histórica resuena hoy en un contexto de violencia social y abuso de poder que recuerda a los momentos más oscuros del pasado.
En la obra, la violencia ejercida sobre Ignacia y su hija refleja problemas contemporáneos como el abuso y la manipulación. A pesar de ser una historia del pasado, los espectadores podrían pensar que estos temas son relevantes hoy, comenta Maneiro, resaltando la necesidad de vernos reflejados en esta narrativa.
Herencia política y social de Roca
La campaña de Roca dejó una profunda huella en la cultura y vida de los pueblos indígenas, marcando la pérdida de tierras y recursos. En la obra, el personaje de Roca expresa que argamasa entre mis manos fue este país, una frase que hoy resuena como un eco del pasado y sus consecuencias.
El teatro se convierte en un vehículo de resistencia cultural. Maneiro señala que los argentinos tenemos la cultura de resistir a través del arte. A lo largo de los años, iniciativas como teatro por la identidad han mantenido viva esta tradición, abordando temas sociales y políticos relevantes.
Teatro como forma de manifestación
La obra de Maneiro se inscribe en una corriente de teatro que busca exorcizar miedos y luchar por una sociedad más justa. Cuanto más nos quieren acallar, más urgente se vuelve este tipo de teatro. Las crisis son motores de creación y manifestación, concluye.
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